domingo, 17 de julio de 2022

EL GENERAL FRANCÉS JACQUES-NICOLÁS GOBERT HERIDO EN LA ACCIÓN DE MENGÍBAR EL 16 DE JULIO Y ENTERRADO EN GUARROMÁN EL 17 DE JULIO DE 1808

Con esta entrada pretendo rescatar para la memoria histórica de todos los interesados los datos más relevantes del General Gobert que fue herido cerca de Bailén, en el Cerro de la Harina, en el curso de la acción de Mengíbar y que murió el 16 de julio en Guarromán y fue enterrado al día siguiente en la Parroquia de la Inmaculada.

LA ACCIÓN DE MENGÍBAR

El ataque se acordó para el 16 de julio de madrugada. Reding inicia el día 16 su marcha hacia Bailén pisándole los talones a los franceses de Ligier-Belier que se retiraban esperando la ayuda de la brigada Gobert proveniente de Bailén. En ese día se produjeron diversos combates en el  camino desde Mengibar a Bailén. Los franceses ejecutaron una escalonada y ordenada retirada que obligó a la división Reding , que ya había cruzado el Guadalquivir, a librar sucesivos combates desde posiciones poco aventajadas.

En torno a las 10:45 horas de la mañana salió de Bailén una columna de coraceros al mando del General Gobert, que contraatacó a los Batallones de Barbastro y Reina, pero su carga fue devastadora y tuvieron que volver. Este episodio sirvió para acabar con la leyenda de la invulnerabilidad de los coraceros, ya que el mismo Reding demostró en el patio de Casa Palacio que sus corazas se podían y habían sido atravesadas por las balas. Sobre las 11:30 horas el fuego español seguía produciendo bajas en las tropas francesas, entre ellas el General Gobert que recibió un balazo en la cabeza y fue sustituido por Dufour.

A primeras horas de la tarde, sobre las 14 horas, los restos de la maltrecha columna francesa huyen hacia Bailén, tras siete horas de avance y combates incesantes en Mengíbar. Reding optó por ir al este y se perdió de vista hacia Bailén en donde entró al día siguiente sin encontrar resistencia alguna. Aquella noche los soldados alojados en Casa Palacio de Reding se encomendaron a la Virgen del Carmen después de la acción de gracias. A todos los combatientes de Mengíbar se les otorgó la Medalla o Cruz de Mengíbar por el Rey Fernando VII el 18 de abril de 1816. En esta acción se enfrentaron 2997 soldados franceses con 8 cañones contra 9622 soldados españoles con 10 cañones.
 

El General Gobert nació en la isla de Guadalupe el 1 de junio de 1760 y murió en Guarromán el 16 de julio de 1808. Realizó sus estudios en la escuela de Ingenieros Militares de Meziéres, allí obtuvo el grado de lugarteniente en 1780. Fue adscrito a l’Armée du Nord durante el periodo de la Revolución. Tuvo una vida militar intensa y movida. En 1793 fue nombrado general de brigada, pero ese mismo año cesó en sus funciones, fue arrestado y conducido a la prisión militar de Vabbaye en París. A los pocos días fue puesto en libertad y se reintegró como jefe de batallón de ingenieros, destacado en Brest. De nuevo fue destituido en el 1795 por el Comité de Salud Pública, pero fue rehabilitado por el Directorio al año siguiente. Alcanzó de nuevo el grado de general de brigada en 1799. En 1800 fue herido de poca consideración y comienza su colaboración con el general Dupont como jefe de su estado mayor en 1’Armée d’Italie.

Gobert era amigo del general Dupont, habiendo servido bajo sus órdenes en la Toscana, y durante su estancia en España había solicitado el traslado de su división desde el cuerpo de ejército del general Moncey  al de Dupont. ​ El 24 de junio de 1808 llega a Madrid, desde donde parte para auxiliar a Dupont, que estaba en Andalucía desde comienzos de junio. Salió de Madrid el 2 de julio, al mando de una división, para reunirse con Dupont en Jaén. Pasó por Manzanares el 8 de julio. Tras derrotar a los insurgentes que le habían atacado en Sierra Morena, Gobert y el general Lefranc cruzaron por la Puerta del Rey, en el desfiladero de Despeñaperros, dejando allí un batallón para asegurar el paso del puerto, ​ llegando a Bailén con solo una brigada, al haber tenido que dejar más destacamentos por el camino para asegurar la ruta a Madrid. El 12 pasa por Guarromán. Desde allí partió para Mengíbar, en donde fue herido por una bala en la cabeza. 
 
El general Jacobo Gobert es trasladado por sus tropas a Guarromán y muere en casa del cura párroco la noche del sábado 16 de julio de 1808, festividad de la Virgen del Carmen, después de haber sido herido en el Cerro de la Harina, próximo a Mengibar. Su tumba se encuentra en Guarromán.  El original de la partida de defunción del General Gobert se encuentra en el libro 3º de Sepelios, folio 72, del Archivo Parroquial de Guarromán, cuya transcripción literal, además de una copia fotográfica de la misma, reproduzco:

«En el día diez y siete del mes de Julio, año de mil ochocientos y ocho, yo el Br. Dn. Josef Manuel Guerrero, Cura Párroco de esta Yglesia de Guarromán sepulté en su cementerio al Cadaber de M. Jacobo Gobert, General de División de los Coraceros franceses, que murió la noche antes en mi casa de resultas de la batalla de Bailén, donde recibió un Balazo por cima de la frente, y cayó soporado, y así murió. De que doy feBr. Josef Manuel Guerrero» (Sic)

 El párroco, el bachiller don José Manuel Guerrero, estando las Nuevas Poblaciones tomadas por el ejército francés (se estima que en los días previos a la batalla se encontraba concentrado en esta real población, que albergaba normalmente algo menos de seiscientos vecinos, un contingente de más de diez mil soldados franceses con todos sus pertrechos) no asentó al ilustre difunto en el libro correspondiente hasta que no se supo el desenlace de tanto movimiento bélico. Ello hizo posible que, según la partida en cuestión, reproducida unos párrafos anteriores, el general Gobert muriera paradójicamente en una batalla en la que no pudo participar, sencillamente porque tuvo lugar tres días después de que muriera; los mismos días que el párroco se anticipó a darle nombre por escrito para los anales de la Historia. Gobert fue sepultado en los nichos que en el cementerio de Guarromán, como hace constar el párroco en la partida, había entonces para enterrar a los difuntos de mayor prestancia social, eclesiástica y militar, situados junto a los muros posteriores del templo. En el año 1950 se terminó de edificar una sacristía nueva, estando ésta a nivel del suelo del altar, para lo cual en la construcción se aprovechó la elevación que facilitaban los ya citados nichos, entre el que se encontraba el del general Gobert, cuyo esqueleto pudieron ver en su ataúd, con su sable y sus descoloridos entorchados, los albañiles que hicieron las obras, y algunos monaguillos curiosos.

A pesar de esto, el general Gobert posee una monumental sepultura en la sección de mariscales del cementerio parisino de Pere-La Chaise, obra del escultor David d’Angers, compuesta por una figura ecuestre y cuatro bajorrelieves de mármol en los que se escenifican algunas de sus gestas. Fue adquirida por la Academia Francesa el 10 de octubre de 1837  y el 18 de julio de 1845  su corazón fue depositado en la tumba en presencia de los académicos franceses Pingnard, Choquet y Achille Lecrerc. Su nombre está inscrito en el lado oeste del Arco del Triunfo de l’Etoile. En la biografía que sobre Gobert publicó en Paris C. Mulliè en 1850, bajo el título general de Biographie des Célébrités Militaires. Se cuenta que su corazón se introdujo en su sepultura bien pudo ser algún efecto personal, o, en todo caso, algunas de las vendas manchadas con su sangre que se les hicieran llegar por el estado mayor francés a sus familiares desde Guarromán. Sea como fuere, el general Gobert posee dos tumbas, la de Guarromán, donde está, y la de París, donde no está, pues los restos de Jacobo Gobert se encuentran a dos metros bajo el suelo de la sacristía de la Iglesia Parroquial de Guarromán. Un corazón viajero que, según su biógrafo, anduvo rodando por esos mundos cerca de cuarenta años, hasta encontrar un descanso eterno cargado de leyenda.

El artista José María Casado del Alisal, pintó en 1864 una recreación totalmente ficticia y alegórica de la Rendición de Bailén, que se encuentra en el Museo del Prado en la que hizo aparecer, supuestamente, al general de coraceros Jacobo Gobert con un uniforme español, el brazo en cabestrillo y la cabeza vendada. Este cuadro ha sido la imagen de las etiquetas del vino más popular elaborado en Bailén, conocido por sus gentes como el “vino del aporreao” por la condición de herido de guerra en la que pretendidamente aparece Gobert. 

Otra historia es el asunto, a modo de leyenda urbana, de la calavera de Gobert rodando de casa en casa, y guardada por algún tiempo debajo de la cama de un patriota vengador que se hizo con ella a modo de trofeo. Cuando en 1950 se abrieron los nichos de la iglesia de Guarromán no hay constancia de que nadie haya contado entonces y después nada del esqueleto de un militar sin cabeza, al que hizo referencia Federico Ramírez García (1850-1929), historiador de Linares, sin precisar nombres de personas ni de lugares.Sin duda, los restos en cuestión apuntan a que son del general de coraceros M. Jacobo Gobert, hoy.

 Fuente: José María Suárez Gallego. Jacobo Gobert un General Francés en Guarromán.

 Carta original del General Gobert  al Duque de Rovigo gentileza de D. Adriano Almagro


 


 

 


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