Celebraremos este año el 213 aniversario de la gesta en la que las tropas de Napoleón, mandadas
por el general Dupont, caían
derrotadas en
los campos de Bailén. Este
acontecimiento fue sin lugar a dudas uno de los hechos más importantes de los que
acontecieron en la Guerra de la Independencia y por el que el nombre de nuestra ciudad quedó inscrito con letras de oro en la Historia de nuestra Patria.
Pero a lo largo de esos seis años de contienda, hubo otros acontecimientos que,
aunque menos importantes, merece la pena ser conocidos, pues nos dan
información de cómo Bailén vivió aquellos duros años posteriores a la Batalla.
El sonado triunfo acontecido
en los campos bailenenses propició que el 25 de septiembre de 1808 se constituyera
en Aranjuez la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino o simplemente la
Junta Central. Este organismo estaba compuesto por los 35 presidentes de las
Juntas Supremas de los antiguos reinos y asumió los poderes ejecutivo y
legislativo tras la abdicación de Fernando VII y se desligó totalmente del
Consejo de Castilla, órgano que consideraban afrancesado.
Ante el cariz que
tomaban los acontecimientos y después del desastre de las tropas españolas en
Ocaña, la Junta se traslada a Sevilla y posteriormente, debido a la invasión
francesa de Andalucía se refugia en la Isla de León (Cádiz). El 31 de enero de 1810 fue sustituida por el Consejo de
Regencia, el cual, puso en marcha la convocatoria a Cortes que inician sus
sesiones el 24 de septiembre de 1810. El 20 de enero de 1812 este Consejo de
Regencia sería sustituido por la Regencia del Reino, la cual permaneció en la Isla
de León hasta finales de 1813.
Según publica el Diario de Mallorca de 15 de
enero de 1814, el día 19 de diciembre se ponía en marcha la Regencia desde la
ciudad de San Fernando para trasladarse a la villa de Madrid. Lo hacía de
manera solemne acompañada de una lucida comitiva y hubo salvas de la tropa y
artillería. El día 22 entró en Carmona
entre las aclamaciones de la mayor parte del pueblo. Las calles estaban
engalanadas y por la noche hubo iluminación en las casas y en las torres de las
iglesias. Así ocurría en todos los demás pueblos del tránsito.
A media legua de la
Luisiana salió a recibir a la comitiva el Ayuntamiento de Écija. Entró el
augusto séquito en la ciudad por la puerta que llaman Cerrada, “la cual estaba adornada en sus
costados de dos arcadas formadas de ramos”. Sus habitantes la aclamaron y fue
cumplimentada por el clero y el comandante de las armas y toda la oficialidad.
En las actas
capitulares de 1813 de nuestro Ayuntamiento se recogen todos los preparativos
que en Bailén se hicieron para recibir como se merecía a la regia comitiva. Así,
en el cabildo de 20 de noviembre de aquel año, presidido por el alcalde
constitucional don Francisco Ruiz Molina, se nombró a don Juan Plácido Choza y
a don Pedro Pastor, regidores del Ayuntamiento para “adecentar la calle Real y
el aseo de la población para el paso del soberano congreso y S.A. la Regencia
del Reino que sube a la Villa y Corte de Madrid”. Además, se facultó a los
también regidores don Alonso Villarejo, Andrés Ruiz y Pedro Soriano Cuesta para
hacer un arco que “hermosee el campo de batalla donde fue rendido el general
Dupont el 19 de julio de 1808”. También se facultaba al síndico general don
Pedro Canuto Soriano y a don Gonzalo Pastor para recibir el trigo y la cebada
que venga de “los pueblos asignados a esta villa” por el señor intendente de la
provincia.
Tres días después, el
23 de noviembre, el alcalde informa que se ha mandado oficio a los
ayuntamientos de los 19 pueblos asignados por el señor intendente, don Vicente
Jaúdenes, para que nada falte al soberano consejo y a S.A. la Regencia del
Reino. Informa el señor alcalde que las contestaciones dadas por los regidores
de dichos pueblos son contrarias a lo dispuesto por el señor intendente y así
se lo hacía saber a la corporación. Oído lo que dijo el alcalde la corporación
acuerda informar a la autoridad de la falta de cumplimiento de sus órdenes por
parte de estos pueblos, aportando sus contestaciones y solicitar que se
aprovisione a Bailén de todo lo
necesario para que nada falte al Soberano Congreso.
También se aprobó en
ese cabildo sacar a la “tercia” cien fanegas de trigo y trescientas de cebada
para el socorro de las valientes tropas que entraban al día siguiente en
nuestra ciudad. En el cabildo de 11 de diciembre se hace referencia a una orden
del cinco de ese mes del Jefe político de la provincia en la que informaba que
los pueblos de descanso de la comitiva serían Andújar, Bailén y La Carolina y
que era menester “que se llevase a ellos las producciones para que nada
faltase”. Por parte del señor alcalde don Francisco Ruiz Molina se hizo
presente la necesidad de arbitrios para el suministro de lo necesario. La
Corporación acordó se procediera a repartir con el mismo nombre de empréstito y
abono en la contribución directa la cantidad de 75 mil setecientos reales de
vellón y que los vecinos compareciesen para hacer el pago en la casa de don
José Barreda a quien se nombraba para la
cobranza.
En el
cabildo de 22 de diciembre se lee un oficio dirigido al Ayuntamiento en el que
se informa que la comitiva llegaría a Bailén el día 28 de diciembre y el
Ayuntamiento entero acordó: “se practiquen cuantas diligencias sean bastantes
para que nada falte para el suministro preciso y necesario”. Se instaba en
dicho acuerdo a que las comisiones formadas al respecto ejecutaran sus
actuaciones y todo estuviera “a término” y la autoridad suprema quedase complacida
y que los “gastos que se ocasionasen sean de los caudales de propios o de
cualquier otro fondo y se le presenten al señor intendente suplicándole tenga
abono en los citados caudales de propios”
Como estaba previsto el
28 de diciembre según relata el Diario de Mallorca, la comitiva entró en Bailén
a la una y media de la tarde. A su salida de Andújar les habían acompañado
hasta tomar el coche, el Ayuntamiento constitucional, el vicario eclesiástico y
todo el clero de la ciudad y una comisión del Ayuntamiento hasta su término.
Por el camino la cumplimentaron otras Delegaciones de los Ayuntamientos de la
comarca.
Antes de entrar en
Bailén reconoció S.A. La Regencia el campo de batalla, “en el que se rompieron
las cadenas con que el tirano de la Europa pretendía ligar a España”. Pasó la
comitiva por un arco formado de ramos, que cruzaba la carretera y estaba
colocado en el mismo lugar en que las
tropas españolas batieron a las francesas, obligándoles a capitular. Partidas
de tiradores “figuraron” la batalla en el sitio donde se dio y en presencia del
vecindario, que “en el día de ella se habían señalado con distinguidas muestras
de lealtad y patriotismo”. Este mismo pueblo recibió con señales de amor y respeto
a la comitiva y les acompañó hasta su alojamiento en la Casa-Palacio de los
Ponce de León, en donde se presentó su ayuntamiento, presidido por el Jefe
político de la provincia don Vicente Jaúdenes, quien felicitó a S.A. la
Regencia del Reino con una “elegante y bien pronunciada arenga”.
En la mañana del día 29
siguió la comitiva su viaje hacia La Carolina. En el camino desde Bailén
ofrecieron su saludo los habitantes de Guarromán con su alcalde a la cabeza y
el vicario eclesiástico. También concurrieron gran cantidad de gente de
Carboneros y de otros lugares colindantes. Los habitantes de Guarromán se
distinguieron pues tenían abundante provisión de vino que suministraban de
balde a todos los de la comitiva sin distinción de personas.
El 30 de diciembre salió
la comitiva de la Carolina, durmiendo en Santa Cruz de Mudela y el 31 llegó a
la Villa de Manzanares. En todos los pueblos de tránsito se repitió el repique
general de campanas, el esmerado adorno de las calles, la iluminación general,
músicas, bailes y otros festejos.
Así cuentan los hechos
las actas capitulares del archivo municipal y el Diario de Mallorca y así se
celebró la primera recreación histórica de la batalla, siendo los
protagonistas, aquellos mismos vecinos y vecinas que cinco años antes junto a
su ejército protagonizaron la heroica gesta. Bailén vino a representar un
ejemplo muy significativo del trascendental apoyo que la sociedad civil puede
prestar al ejército en un campo de batalla en la era contemporánea. La labor de
las mujeres de nuestro pueblo, sobre todo, resultó capital en el desarrollo de
la jornada.
Reconstruir el
pasado no sólo enseña a conocer la Historia, sino que predispone al análisis
crítico del presente con la intención de seguir sosteniendo esos valores por
los que lucharon nuestros antepasados. El año
pasado por la pandemia de COVID 19 que asola nuestra Patria no se pudo celebrar
la Recreación. Esperemos que este año se pueda llevar a efecto.
BIBLIOGRAFÍA:
• Actas Capitulares 1813.
Legajo 5.2
• Diario de Mallorca. Sábado,
15 de enero de 1814. Páginas 57 a 60