miércoles, 20 de enero de 2021

LA REGENCIA DEL REINO EN BAILÉN. PRIMERA RECREACIÓN HISTÓRICA

 Celebraremos este año el 213 aniversario de la gesta en la que las tropas de Napoleón, mandadas  por  el  general  Dupont, caían  derrotadas en  los  campos  de  Bailén.  Este acontecimiento fue sin lugar a dudas uno de los hechos más importantes de los que acontecieron en la Guerra de la Independencia y por el que el nombre de nuestra ciudad que inscrito con letras de oro en la Historia de nuestra Patria. Pero a lo largo de esos seis años de contienda, hubo otros acontecimientos que, aunque menos importantes, merece la pena ser conocidos, pues nos dan información de cómo Bailén vivió aquellos duros años posteriores a la Batalla.

El sonado triunfo acontecido en los campos bailenenses propició que el 25 de septiembre de 1808 se constituyera en Aranjuez la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino o simplemente la Junta Central. Este organismo estaba compuesto por los 35 presidentes de las Juntas Supremas de los antiguos reinos y asumió los poderes ejecutivo y legislativo tras la abdicación de Fernando VII y se desligó totalmente del Consejo de Castilla, órgano que consideraban afrancesado.

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos y después del desastre de las tropas españolas en Ocaña, la Junta se traslada a Sevilla y posteriormente, debido a la invasión francesa de Andalucía  se refugia en la Isla de León (Cádiz). El 31 de enero de 1810 fue sustituida por el Consejo de Regencia, el cual, puso en marcha la convocatoria a Cortes que inician sus sesiones el 24 de septiembre de  1810.  El 20 de enero de 1812 este Consejo de Regencia sería sustituido por la Regencia del Reino, la cual permaneció en la Isla de León hasta finales de 1813. 

Según publica el Diario de Mallorca de 15 de enero de 1814, el día 19 de diciembre se ponía en marcha la Regencia desde la ciudad de San Fernando para trasladarse a la villa de Madrid. Lo hacía de manera solemne acompañada de una lucida comitiva y hubo salvas de la tropa y artillería. El día 22  entró en Carmona entre las aclamaciones de la mayor parte del pueblo. Las calles estaban engalanadas y por la noche hubo iluminación en las casas y en las torres de las iglesias. Así ocurría en todos los demás pueblos del tránsito.

A media legua de la Luisiana salió a recibir a la comitiva el Ayuntamiento de Écija. Entró el augusto séquito en la ciudad por la puerta que llaman  Cerrada, “la cual estaba adornada en sus costados de dos arcadas formadas de ramos”. Sus habitantes la aclamaron y fue cumplimentada por el clero y el comandante de las armas y toda la oficialidad.

En las actas capitulares de 1813 de nuestro Ayuntamiento se recogen todos los preparativos que en Bailén se hicieron para recibir como se merecía a la regia comitiva. Así, en el cabildo de 20 de noviembre de aquel año, presidido por el alcalde constitucional don Francisco Ruiz Molina, se nombró a don Juan Plácido Choza y a don Pedro Pastor, regidores del Ayuntamiento para “adecentar la calle Real y el aseo de la población para el paso del soberano congreso y S.A. la Regencia del Reino que sube a la Villa y Corte de Madrid”. Además, se facultó a los también regidores don Alonso Villarejo, Andrés Ruiz y Pedro Soriano Cuesta para hacer un arco que “hermosee el campo de batalla donde fue rendido el general Dupont el 19 de julio de 1808”. También se facultaba al síndico general don Pedro Canuto Soriano y a don Gonzalo Pastor para recibir el trigo y la cebada que venga de “los pueblos asignados a esta villa” por el señor intendente de la provincia.

Tres días después, el 23 de noviembre, el alcalde informa que se ha mandado oficio a los ayuntamientos de los 19 pueblos asignados por el señor intendente, don Vicente Jaúdenes, para que nada falte al soberano consejo y a S.A. la Regencia del Reino. Informa el señor alcalde que las contestaciones dadas por los regidores de dichos pueblos son contrarias a lo dispuesto por el señor intendente y así se lo hacía saber a la corporación. Oído lo que dijo el alcalde la corporación acuerda informar a la autoridad de la falta de cumplimiento de sus órdenes por parte de estos pueblos, aportando sus contestaciones y solicitar que se aprovisione a  Bailén de todo lo necesario para que nada falte al Soberano Congreso.

También se aprobó en ese cabildo sacar a la “tercia” cien fanegas de trigo y trescientas de cebada para el socorro de las valientes tropas que entraban al día siguiente en nuestra ciudad. En el cabildo de 11 de diciembre se hace referencia a una orden del cinco de ese mes del Jefe político de la provincia en la que informaba que los pueblos de descanso de la comitiva serían Andújar, Bailén y La Carolina y que era menester “que se llevase a ellos las producciones para que nada faltase”. Por parte del señor alcalde don Francisco Ruiz Molina se hizo presente la necesidad de arbitrios para el suministro de lo necesario. La Corporación acordó se procediera a repartir con el mismo nombre de empréstito y abono en la contribución directa la cantidad de 75 mil setecientos reales de vellón y que los vecinos compareciesen para hacer el pago en la casa de don José Barreda  a quien se nombraba para la cobranza.

En el cabildo de 22 de diciembre se lee un oficio dirigido al Ayuntamiento en el que se informa que la comitiva llegaría a Bailén el día 28 de diciembre y el Ayuntamiento entero acordó: “se practiquen cuantas diligencias sean bastantes para que nada falte para el suministro preciso y necesario”. Se instaba en dicho acuerdo a que las comisiones formadas al respecto ejecutaran sus actuaciones y todo estuviera “a término” y la autoridad suprema quedase complacida y que los “gastos que se ocasionasen sean de los caudales de propios o de cualquier otro fondo y se le presenten al señor intendente suplicándole tenga abono en los citados caudales de propios”

Como estaba previsto el 28 de diciembre según relata el Diario de Mallorca, la comitiva entró en Bailén a la una y media de la tarde. A su salida de Andújar les habían acompañado hasta tomar el coche, el Ayuntamiento constitucional, el vicario eclesiástico y todo el clero de la ciudad y una comisión del Ayuntamiento hasta su término. Por el camino la cumplimentaron otras Delegaciones de los Ayuntamientos de la comarca.

Antes de entrar en Bailén reconoció S.A. La Regencia el campo de batalla, “en el que se rompieron las cadenas con que el tirano de la Europa pretendía ligar a España”. Pasó la comitiva por un arco formado de ramos, que cruzaba la carretera y estaba colocado en  el mismo lugar en que las tropas españolas batieron a las francesas, obligándoles a capitular. Partidas de tiradores “figuraron” la batalla en el sitio donde se dio y en presencia del vecindario, que “en el día de ella se habían señalado con distinguidas muestras de lealtad y patriotismo”. Este mismo pueblo recibió con señales de amor y respeto a la comitiva y les acompañó hasta su alojamiento en la Casa-Palacio de los Ponce de León, en donde se presentó su ayuntamiento, presidido por el Jefe político de la provincia don Vicente Jaúdenes, quien felicitó a S.A. la Regencia del Reino con una “elegante y bien pronunciada arenga”. 


En la mañana del día 29 siguió la comitiva su viaje hacia La Carolina. En el camino desde Bailén ofrecieron su saludo los habitantes de Guarromán con su alcalde a la cabeza y el vicario eclesiástico. También concurrieron gran cantidad de gente de Carboneros y de otros lugares colindantes. Los habitantes de Guarromán se distinguieron pues tenían abundante provisión de vino que suministraban de balde a todos los de la comitiva sin distinción de personas.

El 30 de diciembre salió la comitiva de la Carolina, durmiendo en Santa Cruz de Mudela y el 31 llegó a la Villa de Manzanares. En todos los pueblos de tránsito se repitió el repique general de campanas, el esmerado adorno de las calles, la iluminación general, músicas, bailes y otros festejos.

Así cuentan los hechos las actas capitulares del archivo municipal y el Diario de Mallorca y así se celebró la primera recreación histórica de la batalla, siendo los protagonistas, aquellos mismos vecinos y vecinas que cinco años antes junto a su ejército protagonizaron la heroica gesta. Bailén vino a representar un ejemplo muy significativo del trascendental apoyo que la sociedad civil puede prestar al ejército en un campo de batalla en la era contemporánea. La labor de las mujeres de nuestro pueblo, sobre todo, resultó capital en el desarrollo de la jornada.

Reconstruir el pasado no sólo enseña a conocer la Historia, sino que predispone al análisis crítico del presente con la intención de seguir sosteniendo esos valores por los que lucharon nuestros antepasados. El año pasado por la pandemia de COVID 19 que asola nuestra Patria no se pudo celebrar la Recreación. Esperemos que este año se pueda llevar a efecto.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

   Actas Capitulares 1813. Legajo 5.2

   Diario de Mallorca. Sábado, 15 de enero de 1814. Páginas 57 a 60




 

 

 

 

 

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