El 24 de septiembre de este año se cumple el 200 Aniversario del fallecimiento del General Castaños. Recordemos la figura de este militar que mandaba las tropas que componían el Ejército de Andalucía y que consiguieron vencer por primera vez en campo abierto al ejército de Napoleón.
Francisco Javier Castaños y Aragorri, duque de Bailén; había nacido en Madrid en 1758 y falleció 1852 a los 94 años. Cursó sus estudios militares en el Real Seminario de Nobles de Madrid, en clase de oficial de menor edad, complementándolos en Barcelona, adonde se trasladó para acompañar a su padre, que se había quedado ciego, a cuyo lado permaneció hasta su fallecimiento en 1774, marchando entonces a Cádiz para incorporarse al Regimiento de Saboya, al que había sido destinado. Entre 1780 y 1783 participó en el sitio de Gibraltar y en la reconquista de Menorca, hallándose el 20 de octubre de 1782 en el combate naval mantenido entre las escuadras inglesa y combinada; su intervención mereció como recompensa el ascenso a sargento mayor.
En marzo de 1774 fue ascendido a teniente coronel de su regimiento, con el que permaneció en Cádiz prestando servicio ordinario hasta que en 1786 marchó a guarnecer la plaza de Orán, de donde en abril de 1789 embarcó hacia Menorca, pero amenazada Orán por los marroquíes tuvo que regresar el Regimiento de Saboya, consiguiendo el 1 de junio de 1791 romper el cerco establecido por el enemigo y penetrar en la plaza, donde durante un mes resistió el asedio hasta que se firmó el tratado de paz.
Ascendido a coronel en abril de 1792, se le dio el mando del Regimiento de África, al que se incorporó en Pamplona y a cuyo frente combatió valientemente entre 1793 y 1795 a los ejércitos de la Convención francesa, a los que se enfrentó en el primero de dichos años en Urdax (Navarra) y Sare (Francia), recibiendo una herida de sable en la cabeza el 23 de junio en la acción del Calvario de Orduña. Sus granaderos consiguieron ponerlo a salvo y desde entonces en su honor, vistió el uniforme del Regimiento.
Se le considera un Militar español, símbolo de la resistencia contra los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-1814). Francisco Javier Castaños era comandante general del Campo de Gibraltar cuando se produjo la invasión francesa en 1808 y fue nombrado por la Junta Suprema de Sevilla General en Jefe del Ejército de Andalucía. Con el plan ideado por él en Porcuna, se derrotó a las tropas de Dupont en la batalla de Bailén el 19 de julio de aquel mismo año. Esta victoria expulsó temporalmente a los franceses de la Península y tuvo una gran resonancia en Europa, por constituir la primera derrota del hasta entonces invencible Napoleón Bonaparte.
Fue nombrado Duque de Bailén por aquella victoria, convirtiéndose en un símbolo nacional una vez acabada la guerra, a pesar de que ya no obtuvo más éxitos militares. Presidió las últimas Cortes castellanas del Antiguo Régimen, convocadas por Fernando VII en 1833 para jurar como heredera del trono a la princesa Isabel (la futura Isabel II), así como el Consejo de Estado creado para garantizar la sucesión (1832-1834). Luego sostuvo el trono de la «reina niña» Isabel II frente a las pretensiones de su tío Carlos María Isidro, aceptando colaborar con la regencia de María Cristina de Borbón en cargos honoríficos de tanta representación como poco poder: fue presidente de la cámara alta creada por el Estatuto Real de 1834 (el Estamento de Próceres), tutor de Isabel II en 1843 y senador vitalicio desde 1845.
El General Castaños falleció en la más absoluta pobreza. No se puede entender que un hombre de esta talla y con tal nivel de servicios de armas acabara sus días de este modo. Hoy se cumplen 170 años de su fallecimiento. La Gaceta de Madrid del día siguiente apareció con una orla negra y con el decreto que firmó la Reina Isabel II en el que disponía los honores póstumos. El entierro lo presidió el Rey D. Francisco de Asís y el Consejo de Ministros y sus exequias serían presididas por la Reina. A los restos mortales se le dieron sepultura en la Iglesia de Ntra. Señora de Atocha en el Panteón de los Hombres Ilustres. Su sepulcro fue costeado por el Real Patrimonio. Estaba enterrado junto al General Palafox y D. Manuel Gutiérrez de la Concha, Marqués del Duero.
En 2013 se celebró el 50 aniversario de la llegada de los restos de Castaños a Bailén. El año 1963 se celebraba el 155 aniversario de la Batalla de Bailén que se libró en los campos de nuestra ciudad el 19 de Julio de 1808 y ese año llegaban a Bailén los restos del General Castaños. Las fiestas de aquel año fueron algo especiales, pues para Bailén fue un acontecimiento recibir los restos del que fuera vencedor de Bailén, D. Francisco Javier Castaños y Aragorri, primer Duque de Bailén. El martes día 16 llegaba a nuestra ciudad una CIA con Bandera, Banda de Cornetas y Tambores y escuadra de Gastadores del Rgto. De Infantería Córdoba 10 de Granada. El miércoles, 17 a las 22:30 horas en el cruce de la carretera de Jaén se recibieron los restos mortales del Excmo. Sr. D. Francisco Javier Castaños que fueron instalados en un armón de artillería y trasladados en comitiva formada por el Excmo. Ayuntamiento, bajo mazas, invitados, fuerzas del ejército y pueblo en general a la capilla ardiente que se instaló en el salón de plenos de la Casa Consistorial.
El día 19, viernes a las 19 h se procedió al levantamiento y conducción del cadáver a la Iglesia parroquial de la Encarnación donde se celebró un solemne funeral con asistencia del Sr. Obispo, el Gobernador Civil y Militar, Autoridades, fuerzas del ejército e invitados. Después se celebró una procesión cívico religiosa al campo de batalla, entonándose solemnes responsos por los que dieron su vida por la independencia de nuestra patria. Se le rindieron honores y disparo de salvas de ordenanza y desfiló el ejército ante los restos del ilustre General. Terminado el acto, todos los presentes acompañaron a la inhumación definitiva de los restos del General en su mausoleo que fue trasladado a la Parroquia de la Encarnación desde el Panteón de los Hombres Ilustres.