Tras haber sido vencidos los franceses en la batalla de Bailén, a principios de 1810 las tropas napoleónicas vuelven a entrar en Andalucía. El 27 de enero, el primero y quinto Cuerpo entraron en Córdoba; el 28, el cuarto Cuerpo ocupa Granada; Sevilla se rinde el 31 de enero. El 5 de febrero Víctor aparecerá delante de Cádiz, aunque sabemos que esta ciudad, durante dos años, resistió el asedio de los franceses sin que éstos lograsen entrar en ella. También en esa misma fecha, un contingente de tropas francesas y polacas se enfrentaron a soldados y civiles de la ciudad de Málaga. Tras la batalla, la ciudad quedó sometida a las tropas imperiales de Napoleón.
El general Horace Sebastiani, al mando del 4º Cuerpo de Ejército francés, entra en Granada el 28 de febrero. El 2 de febrero se conoció la llegada del ejército francés, procedente de Loja. A las once de la noche Jiménez de Enciso y Vicente Abelló se pusieron en marcha con sus tropas rumbo a Antequera. En una encrucijada denominada Boca del Asno levantaron defensas y fortificaciones con el fin de tender una emboscada a las tropas francesas. Al amanecer del día 4 llegaron los dragones de Napoleón y, con solo una descarga, sembraron el desfiladero de cadáveres. La Junta de Málaga parecía dispuesta a seguir el ejemplo de otras ciudades de Andalucía para rendir la ciudad sin ofrecer resistencia evitando males mayores. Sin embargo, una revuelta contra la Junta dirigida por el Coronel Abello, el Padre Berrocal, los hermanos San Millán y otros da como resultado el nombramiento del primero como Capitán General, organizando una pésima defensa.
A primeras horas del día 5 de febrero de 1810 el general Sebastiani, junto a sus tropas, se situó estratégicamente en los alrededores de Málaga. La población salió a recibirlos por el camino de Antequera y por las inmediaciones del convento de San Andrés. Al mediodía, las tropas se desplegaron por la zona de Teatinos, tras el fracaso de la artillería española en el Fuerte de la Boca del Asno. Durante dos horas la Guardia de Honor de Málaga resiste a los 2.500 jinetes del general Milhaud, entre los que se encuentran los lanceros polacos. La caballería se situó estratégicamente en posiciones claves. A las 4 de la tarde se oyeron los primeros tiros de numerosos malagueños intentando interceptar a los soldados franceses, sólo resiste una de las piezas de artillería malagueñas. Por tres veces, el general Milhaud intentó que los malagueños se rindieran para evitar una masacre. Abello huye y para las 5 de la tarde los defensores tiene que retirarse. Con el camino libre, la Infantería y la Caballería francesas entran por calle Mármoles. Una columna de jinetes avanza por Cruz de Humilladero y un tercer contingente penetra en la ciudad por la playa. Los enfrentamientos se reanudan en las calles de la ciudad, pero la heroica resistencia de los soldados y civiles malagueños es inútil. La ciudad es saqueada y tomada con violencia. Finalmente, retirada la defensa de la ciudad, la caballería francesa entró sin resistencia alguna en el centro de la ciudad, a las cinco y cuarto de la tarde del 5 de febrero de 1810.
En el Cabildo del 17 de febrero de 1810 se recoge el certificado del juramento de fidelidad al monarca francés, en el que leemos que dicho acto se celebró en la Catedral, el día 8 de febrero, presidido por Sebastiani, y otros generales y oficiales franceses. En este recinto, y sobre el libro de los Santos Evangelios, juraron obediencia y fidelidad: el Corregidor, regidores, diputados, síndicos, secretario, Cabildo Catedralicio y una representación de los siguientes estamentos: consulado, clero, abadesas, nobleza, abogados, comercio, gremios, etc.
Una de las muchas arbitrariedades y abusos cometidos por los jefes del ejército francés a su entrada en Málaga fue el cierre de todas las capillas y conventos, dejando sólo abiertas al público para el culto, las parroquias, incautándose a su vez, de todas las imágenes religiosas existentes en templos, conventos y capillas. Tras la derrota el general Sebastiani impuso una multa de 12 millones de reales a la ciudad por ofrecer resistencia. La ocupación francesa duró dos años, hasta la liberación de la ciudad el 28 de agosto de 1812 a manos del General Ballesteros.
Recuerdo de la Recreación de 2010
En Febrero de 2010 la Asociación Histórico - Cultural "Teodoro Reding" conmemoró el Bicentenario del intento de defensa de Málaga con diversos actos conmemorativos y una magna Recreación Histórica en la que intervinieron 300 recreadores de toda España, Francia y Polonia y en la que estuvo presente nuestra Asociación.