lunes, 19 de julio de 2021

EL FINAL DE LA BATALLA. VEDEL LLEGA A BAILÉN

 

Al General dupont no le queda sobre el medidodía otra solución que capitular. Vedel había fallado y no había llegado a Bailén. Mucho se ha criticado al Gral. francés por este motivo, pero quizás el exceso de confianza o el desconocimiento de la existencia de las dos divisiones españolas de Bailén o el agotamiento de su división que había estado sujeta a una serie de movimientos de marchas y contramarchas en un mes de  calor  agobiante  ó  quizás  desavenencias  con  Dupont  (nunca  lo  sabremos) jugaron una mala pasada a la causa francesa. Por el contrario este hecho fue providencial para el resultado final de la batalla favorable a los españoles. Reding manda refuerzos al cerro de San Cristóbal y al de El Ahorcado, en el sector este de Bailén, mientras la recién incorporada división de reserva del Gral. De La Peña se despliega custodiando a los franceses cautivos a tiro de fusil. A los prisioneros se les  permitió  llenar  sus  cantimploras  en  la  famosa  noria  “del  Sordo”.  Se organizaron colas bajo custodia tanto de soldados españoles como de franceses para imponer el orden.

La división del Gral. Vedel llegó, procedente de la Carolina, -demasiado tarde- hacia las cuatro de la tarde. Los españoles le enviaron emisarios para informarle de la capitulación de Dupont. Vedel no se lo podía creer y envió un edecán en busca de Dupont. Como este tardaba en volver, ordenó atacar a las tropas españolas de los cerros de El Ahorcado y al de San Cristóbal. Los infantes españoles que ocupaban San Cristóbal opusieron resistencia al  primer batallón de la Legión de Reserva y al Rgto. Suizo pero estos alcanzaron la cima. Los batallones del Rgto. de Ordenes militares que se habían recuperado de la acción de los Zumacares en las faldas de San Cristóbal contraatacaron recuperando el cerro. No ocurrió lo mismo en El Ahorcado. La tropa española confiada fue cogida por sorpresa inexplicablemente y se entregó en masa. Cuando Vedel recibió órdenes estrictas de Dupont instándole a entregarse cesó en su empeño. El desconcierto cundió  en  el  Estado  Mayor  de  la  división  Vedel.  

Este  esperó  a  la  noche  para retirarse hacía Despeñaperros alegando que su división no estaba incluida en la capitulación. Cuando Castaños tuvo noticias de esta acción envió un emisario amenazando a Vedel con pasar a cuchillo a los prisioneros de Bailén y éste no tuvo más remedio que volver y unir su destino al de Dupont. Todo un ejército francés, alrededor de 18.000 hombres fue baja al completo al quedar prisionero. Todo había terminado. Ahora tres largos días de discusión para concertar los términos de la “rendición” que desde luego no fue “sin condiciones” .

 

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