El 26 de Mayo de 1808 se constituye en Sevilla una Junta que se
titula a sí misma “Suprema de España e Indias”, presidida por Saavedra, que
había sido secretario de Carlos IV. La
Junta se puso en contacto con el General Castaños que mandaba
las tropas situadas en Gibraltar y que se muestra favorable a la insurrección.
Pero el
levantamiento verdadero tuvo lugar el 26, protagonizado por el conde de Tilly y
el comerciante Nicolás Trap, a los que siguieron los soldados del regimiento de
Olivenza que encabezaron el asalto a la maestranza de Artillería donde armaron
a la población civil. Trap convocó en el Ayuntamiento a una Junta de personas
distinguidas, cuya primera providencia fue destituirle y nombrar presidente a
don Francisco Saavedra, que había sido ministro de Hacienda. La Junta se intituló «Suprema
de España e Indias» y ordenó formar otras Juntas en las ciudades de más de
dos mil habitantes.
Sevilla envió
mensajeros a San Roque y Cádiz. En el primer lugar Castaños estaba de acuerdo
en unirse al levantamiento, contando con los ocho mil novecientos cuarenta y un
hombres de tropa reglada que constituía el Ejército de Observación de
Gibraltar. En Cádiz tenía su residencia Solano, marqués del Socorro, capitán
general de Andalucía, quien con el conde de la Torre del Fresno había encabezado otro frustrado
levantamiento en Extremadura en las fechas siguientes al 2 de mayo. Solano se
mostró esta vez reticente a unirse a las propuestas sevillanas y, aunque acabó aceptándolas,
fue asesinado por el populacho amotinado. A Solano le sustituyó don Tomás de
Morla, artillero de gran prestigio, que había sido Jefe de Estado Mayor de
Godoy durante la Guerra
de las Naranjas.
En Granada se produjo
el levantamiento el 30 de mayo y el pueblo amotinado obligó a su capitán
general, Escalante, a ponerse al frente de una Junta que no aceptó la
supremacía de la de Sevilla, lo que estuvo a punto de provocar una catástrofe,
porque los sevillanos ordenaron a Castaños que atacara a la ciudad de los
cármenes para someterla, menos mal que el general fue más sensato y prudente y
no acató esa orden.
Lo que hicieron los
granadinos fue considerarse soberana sobre la de Málaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario