El número 45 de la revista Desperta Ferro trae un monográfico de la Campaña de Bailén muy interesante . Os animo a que os hagáis con un ejemplar, pues realmente merece la pena tenerlo por su cuidado diseño y por los autores que escriben sobre el tema.
Entre el 16 y el 19 de julio de
1808 sucedió algo inesperado junto a la pequeña localidad de Bailén, en
Andalucía. El cuerpo de ejército francés del general Dupont, aquel que en
Halle, dos años atrás, había vencido con ocho mil soldados a más del doble de
prusianos, fue rodeado y vencido en una amarga batalla que se libró bajo un sol
de justicia a treinta grados de temperatura. Atrapados entre las dos alas del
ejército español, los franceses trataron en vano de romper las líneas de las fuerzas
que les bloqueaban la retirada ante Bailén, pero una y otra vez se estrellaron
contra las descargas de fusilería y las andanadas de metralla de los cañones
del general suizo Reding, que comandaba sobre el terreno las dos divisiones que
obtuvieron el triunfo aquella sofocante jornada. En la batalla de Bailén, las fuerzas
del general Castaños, artífice del plan que condujo a la espectacular victoria,
tomaron veinte mil prisioneros en lo constituía, hasta la fecha, la mayor
derrota de los ejércitos de Napoleón. El triunfo español en la batalla de
Bailén fue determinante, pues no solo obligó al recién coronado José Bonaparte
a evacuar Madrid, sino que también afianzó la Junta Suprema de España e Indias,
el gobierno de la España libre con sede en Sevilla, al tiempo que demostró a
toda Europa, y en particular al Reino Unido, que Bonaparte no lo tendría tan
fácil como esperaba para vencer a los españoles. La batalla de Bailén dio alas
a la resistencia ante los franceses y convirtió una serie de alzamientos dispersos
en una guerra
nacional contra el invasor.
La formación del Ejército de Andalucía por Emilio de Diego García – Real Academia de Doctores de España
La campaña de Dupont por Alain Pigeard
Tras haberse distinguido particularmente en las
campañas de 1805 y 1807, en Polonia, el general Dupont de l’Étang apuntaba a
futuro mariscal. Napoleón le confió entonces el mando del II Cuerpo de
Observación de la Gironda con el cometido de subyugar la revuelta en Andalucía
contra a José I, nuevo rey de España. Lo que el emperador ignoraba es que
la guerra en la que acababa de enzarzarse no sería en absoluto contra un
ejército, como había sido el caso frente a austriacos, prusianos y rusos, sino
contra todo un pueblo que se sublevaría y le plantaría cara con el auxilio de
los aliados británicos y portugueses.
La acción de Mengíbar y el cerco al ejército francés por Jean-Marc Lafon – Université Paul-Valéry, Montpellier III
El 13 de julio de 1808, el dispositivo francés se
encontraba extendido en exceso a lo largo de más de 30 km en la orilla
derecha del Guadalquivir. La propagación de la insurgencia en la periferia
arruinó el proyecto inicial de ocupación de Andalucía, pues otros teatros, como
Zaragoza, Valencia y, sobre todo, el norte, parecían prioritarios a los ojos de
Napoleón. Por último, la prolongada ruptura de las comunicaciones de Dupont con
Madrid, ocasionada por el bloqueo de las gargantas de Sierra Morena por los
insurgentes, había impedido la pronta llegada de refuerzos, de manera que el
general francés no pudo aprovechar sus éxitos iniciales para someter el sur.
Los prolegómenos de Bailén desvelan una larga serie de ocasiones perdidas y
decisiones equivocadas en ambos bandos. Pero, al fin y al cabo, fueron los
jefes imperiales quienes cometieron los mayores errores.
Bailén. La batalla de los olivares por Universidad de Sevilla
El enfrentamiento final entre los ejércitos de
Dupont y Castaños se produjo el martes 19 de julio de 1808. Este día el general
francés, pretendiendo sorprender al español, quiso franquear las Termópilas
españolas, pero él mismo fue víctima de su propia trampa. Optó por dejar
Andújar y dirigirse a Bailén, creyendo que el grueso del ejército de la Junta
Suprema de Sevilla se encontraba en los Visos de Andújar. Fue un gran error de
inteligencia. Mucho más acertado estuvo el comandante en jefe español, quien,
desde dos días antes, tenía muy claro que las tropas de Dupont se encontraban
en una situación desesperada que le beneficiaba extraordinariamente. La suerte
iba a decidirse aquel 19 de julio en medio de un mar de olivares.
El destino de los prisioneros. La odisea de los soldados derrotados en Bailén por Vicente Ruiz García – Universidad Nacional de Educación a Distancia
Al sur de Mallorca, a una hora escasa de
navegación desde la concurrida Colonia de Sant Jordi, se encuentra la isla de
Cabrera, un paraíso marítimo y terrestre que constituye el mejor exponente de
ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo español y donde a simple
vista es difícil de imaginar que este espacio natural fuera el escenario de uno
de los capítulos más trágicos de la Guerra de la Independencia española, donde
miles de soldados al servicio de Napoleón, muchos de ellos derrotados en
Bailén, sufrieron un terrible cautiverio. Fueron los supervivientes de aquella
experiencia los que, al regresar a Francia y en plena efervescencia de la
novela romántica, escribieron memorias donde se recogieron los padecimientos
sufridos durante los cinco años de duró su reclusión en aquel pedazo de tierra,
cosa que convirtió la isla de Cabrera en un infierno, pero a la vez en un mito,
donde España no salió muy bien parada.
Ruta por la memoria. Batalla de Bailén por Rafael Zurita – Universidad de Alicante
Este mapa nos propone un recorrido por una decena
de localizaciones emblemáticas en el Bailén actual íntimamente relacionadas con
la batalla, desde ubicaciones que desempeñaron un papel clave en el
enfrentamiento, como la huerta de don Lázaro y el Haza Walona, hasta mausoleos
dedicados a destacados personajes de ambos bandos como el general Castaños o el
francés Dupré, pasando por museos dedicados a la memoria de este acontecimiento
clave en la historia de España.
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