martes, 28 de abril de 2020

211 ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL TEODORO REDING

El pasado día 23 de abril se cumplía el 211 aniversario del fallecimiento del General Reding, verdadero artífice de la victoria de Bailén. 

Teodoro Reding había nacido en el cantón suizo de Schwitz, en el año 1754, su carrera la inició como capitán propietario en el Regimiento suizo de Reding, colocado al servicio de España, en el año 1772. Ascendió en ese mismo año a Coronel y en octubre de 1792 a Brigadier, Mariscal de Campo en 1795 y Teniente General en 1801.
            En su hoja de servicios destaca la toma de Menorca en 1782; en 1793 y 1794 se enfrentó a los franceses en Navarra y Guipúzcoa. En la Guerra de la Independencia estará en Bailén y después es nombrado Capitán General de Cataluña. 
 Era el General Reding el Gobernador Militar y Político de Málaga desde 1806 y fue él, al enterarse de lo acontecido el 2 de mayo en Madrid, quien en la Plaza del Obispo inicia el movimiento patriótico al que no dudan en sumarse numerosos voluntarios malagueños y las unidades militares presentes en la Plaza: los Regimientos de Infantería de Línea "Suizo de Reding nº 3", "Reyna", "Málaga" y "Montesa" de Caballería.      

            Constituida la Junta de Málaga tras recibir las comunicaciones de la Junta Suprema de Gobierno en Sevilla y proclamado Fernando VII como único soberano a Reding se le confiere el mando de las tropas del Reino de Granada que luego uniría a las de Sevilla del General Castaños. Comienza el reclutamiento y en los primeros días ya había 1.100 malagueños alistados y agregados a los Regimientos de la Reyna y Málaga. Todos estos regimientos quedarían integrados en la 1ª. División del Ejército de Andalucía; concretamente en la Agrupación de Centro, a las órdenes directas del General Reding. Las  brillantes acciones en los primeros encuentros del mes de Julio, como la defensa de Jaén o el célebre Combate de Mengíbar, se verían eclipsadas por la victoria en la Batalla de Bailén el 19 de Julio de 1808.
 Realmente Reding hizo un despliegue de tropas muy acertado, con los extremos curvados hacia el enemigo, ya que favorecía la concentración de esfuerzos y fuegos de las Unidades sobre la avenida principal, el Camino Real. El orden de batalla lo componían tres líneas clásicas. La artillería la distribuyó en tres baterías colocando la de mayor alcance y calibre sobre el Camino Real, el eje de la defensa. En la retaguardia, las unidades estuvieron donde tenían que estar, ocupando las alturas del Cerro San Cristóbal y cerrando el Camino Real, y con la caballería vigilando desde el Cerro del Ahorcado. En el ala izquierda colocó a unidades de calidad porque aquí el terreno era sensiblemente llano o favorecía al atacante, que descenderá desde el Haza Valona, siendo mayor el riesgo de envolvimiento por la caballería.

            En el ala derecha, al norte del Camino Real hay menos unidades y más ligeras. Allí se posicionan los voluntarios del pueblo que acuden con sus armas, pues el terreno era más accidentado, favorece la defensa, ya que el atacante ha de venir por un terreno llano y despejado o cuesta arriba.
            En conclusión, podemos decir que D. Teodoro Reding dispuso sus tropas conforme a las reglas del arte militar de la época. El despliegue, tal cual se presenta parece que reúne todas las exigencias del momento y viene a demostrar bien a las claras las dotes de mando y de táctica militar que poseía, siendo capaz de sacar el mejor partido a la posición que en ése momento ocupaba. Es un hecho palpable que conocía el terreno donde se movía y actuó con resolución en una situación harto confusa, de noche, con las unidades mezcladas, pues hemos de tener en cuenta que actuaron en los mismos lugares que en donde habían estado vivaqueando durante todo el día.
            Demostró ser un profesional experimentado, conocedor de su oficio y también, por qué no decirlo, con mucha suerte, tanto al ocupar Bailén el día anterior sin resistencia, como durante la acción del día 19 cuando el riesgo de ser cogido entre dos fuegos era palpable.



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