sábado, 1 de junio de 2013

Recreación de la Batalla de Cifuentes, entre las guerrillas del Empecinado y el ejército napoleónico

Durante los próximos 7, 8 y 9 de junio se celebra en Cifuentes (Guadalajara) la recreación de la batalla que mantuvieron las tropas francesas del General Hugo con la partida del guerrillero el Empecinado.
Según relata Fenando Bermejo  "En Cifuentes y su comarca, como en toda la actual provincia de Guadalajara no se libraron batallas campales entre ejércitos organizados que reseñar durante la contienda independentista, como sí había ocurrido durante la guerra de Sucesión con la batalla de Villaviciosa, pero sí transcurrieron por estas tierras infinitas acciones entre los guerrilleros y columnas o destacamentos franceses."
 A medida que los fracasos militares iban dejando al país en manos francesas, se extendió la guerra popular o “guerra de guerrillas”, motivada por estímulos que iban desde los sentimientos patrióticos, religiosos, hasta la necesidad de oponerse al pillaje enemigo. 

Las guerrillas eran incapaces de llevar a cabo acciones masivas, aptas para batir al ejército invasor. Sólo atacaban cuando eran superiores y, ante fuerzas mayores, huían sin comprometerse. Sin enfrentamientos directos con el enemigo, sus acciones más frecuentes eran las emboscadas a destacamentos, el asalto a convoyes y la intercepción de correos. Su mantenimiento era sencillo, pues buena parte del armamento y vestuario se lograba con los botines tomados al enemigo y, al combatir en terreno propio, contaban con el apoyo masivo de la población, a la que mantenían en su actitud de resistencia. Por otra parte, perseguían y castigaban a los colaboradores del enemigo y desorganizaban los servicios franceses de retaguardia. Prestaron inapreciables servicios de información y cobertura a los ejércitos regulares, cuando éstos pudieron volver a salir al campo de batalla.

 El personaje que mayor relevancia, relacionado con la guerrilla, dio la guerra de la Independencia fue sin ningún género de duda Juan Martín Díaz “el Empecinado” guerrillero, considerado como un ídolo en toda Castilla, que luchó de una manera muy especial y particular contra el todopoderoso ejército napoleónico librando importantes encuentros en suelo alcarreño, siendo tal su carisma que su sola presencia provocaba la sublevación de los pueblos por donde pasaba. La junta central le nombró capitán de caballería en abril de 1809, debido a sus victorias bélicas; este nombramiento le obligó a trasladarse desde la zona del Duero de donde era originario hacia Guadalajara, donde debido a su acreditada fama la junta provincial, establecida en Sigüenza el 12 de agosto de 1809, había solicitado su presencia. Juan Martín se interna en Guadalajara el día 11 de septiembre de 1809, asentando su cuartel general primeramente en Cogolludo. Bajo su mando tenía un escuadrón compuesto por unos 160 o 170 hombres a caballo, dividido en varias secciones encabezadas por sus más fieles lugartenientes Vicente Sardina, Saturnino Albuín, Mariano Navas, José Mondedeu y Segundo Verdugo.

" El Empecinado” con la mayor parte de su gente cubría los accesos a la sierra concentrándose en Cifuentes, en cuyo punto fue atacado el 14 de septiembre de 1810 por el general Hugo, que desde Brihuega se dirigió contra él con una columna móvil de 1.000 hombres de infantería y 400 caballos. En las inmediaciones de la villa condal se desarrolló una acción muy reñida entre las dos divisiones, y todos los esfuerzos del enemigo no fueron bastantes para replegar a los españoles, que sostuvieron un vivo fuego desde las dos de la tarde hasta después de anochecido. El general Hugo hizo noche en Cifuentes, y el Empecinado en Canredondo, y tan poco seguro se encontraba el general francés que no queriendo esperar el ataque que los españoles le preparaban para el día siguiente, se retiró al amanecer, maltratando a varios de sus indefensos vecinos e incendiando sin piedad algunos barrios cifontinos.

 No contentos con incendiar la villa de Cifuentes los franceses culparon a la guerrilla de la ejecución del incendio. Así el gobierno afrancesado publicó en la gaceta de Madrid fechada en la capital el 17 de septiembre de 1810 un relato totalmente contrario al anterior, mostrando especial ahínco en desvirtuar los hechos, al señalar: “… El señor general Hugo habiendo sabido que el jefe de la guerrilla el Empecinado había ido a Cifuentes con 2.000 ó 3.000 hombres (número que no se corresponde con la realidad y que es deliberadamente exagerado), compuestos de diferentes cuadrillas reunidas a la suya y de un gran número de paisanos arrancados de los trabajos del campo, salió el 14 de Brihuega con una columna de 900 hombres de infantería y 250 de caballería para buscar al enemigo. No tardó en descubrirlo; las cimas de las montañas que dominaban a Cifuentes estaban cubiertas de tropas del Empecinado, las que, a pesar de las ventajosas posiciones que ocupaban, fueron prontamente desalojadas. Luego que el enemigo abandonó las alturas se retiró en desorden y con una rapidez increíble, fue perseguido, echado de todos los puntos, dejando el campo de batalla cubierto de muertos, heridos y armas que abandonaron huyendo. Esta brillante acción se ha conseguido casi sin pérdidas por nuestra parte pues sólo se reduce a 7 muertos y 15 heridos. En la noche siguiente al combate se prendió fuego a Cifuentes. A pesar de los esfuerzos de las tropas francesas por cortar sus progresos, prendió la llama en un almacén de pólvora que “el Empecinado” había hecho y ha volado muchas casas …”.
En este enlace se pueden consultar el program de actos:

Fuente:  Artículo de Fernando Bermejo




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