Los Sitios
de Zaragoza fueron dos asedios sufridos por la ciudad española de Zaragoza
durante
«Paz y capitulación» solicitó el general francés Verdier en
agosto de 1808 cuando sitió a las tropas aragonesas en Zaragoza. «Guerra y
cuchillo» fue la respuesta que recibió por parte de los defensores.
El 15 de junio de 1808 comienza el
primer sitio de Zaragoza. La ciudad, que carece apenas de ejército y no dispone
de verdaderas fortificaciones se defiende con apenas 2000 soldados y
voluntarios de la población civil frente a un ejército de casi 10.000
franceses. Tras haber rechazado a la avanzadilla liderada por el hermano de
Palafox en Alagón, Moncey se aproximó a la ciudad con unos 15.000 soldados, en
buena parte polacos. En frente, la ciudad de Zaragoza, plaza abierta y no muy
fortificada, tenía apenas 2.000 soldados profesionales y más de 10.000
voluntarios. Tras una larga noche de lucha en las puertas de la ciudad (el
Portillo, la Puerta del Carmen y la de Santa Engracia), los
defensores rechazaron el primer asalto francés. En la defensa destacó al frente
de la artillería, en la denominada Batalla de las Eras que se inició el 15 de
junio, Rafael de Irizabar y Guillelmini ( sobrino del anterior Capitán General
) como oficial superior del arma, tras salir de su encierro en la Aljafería .Sólo un grupo
de jinetes que logró romper la línea y adentrarse en la ciudad, siendo atacados
y derrotados por un grupo de mujeres zaragozanas armadas con piedras,
cuchillos, etc. El hecho sería inmortalizado por Fernando Brambila, pintor
italiano que había sido invitado por Palafox para narrar la contienda.
Tras este
fracaso inicial, los franceses sometieron la ciudad a un intenso bombardeo,
mientras procuraban cortar sus líneas de abastecimiento. El 23 de junio se
libró en Épila otra escaramuza, en la que los franceses lograron cortar las
comunicaciones del enemigo entre Madrid y Zaragoza durante el primer Sitio de
Zaragoza y aislarlos de los molinos de pólvora de Villafeliche que abastecían a
los defensores.
El 25 de junio
el general Verdier, de mayor rango, llega con refuerzos y se hace cargo del
asedio. En los días 26, 27 y 28, los bombardeos se hacen especialmente
intensos. El polvorín donde se almacenaban las municiones de la ciudad estalló
por culpa de un cigarro, causando graves daños en el barrio de
El 2 de julio
Palafox, al que el comienzo del sitio había pillado fuera de la ciudad, regresa
con algunos relevos. La llegada se produce justo a tiempo, pues ese mismo día
los franceses lanzan otro ataque general sobre la ciudad. Son atacadas las
Puertas de Sancho y del Portillo, al oeste de la ciudad. En la última, una
mujer llamada Agustina Zaragoza, tiene que disparar una batería cuyos
artilleros habían caído por una explosión. El disparo pone en fuga a la
avanzada francesa y permite conservar la puerta. Se libran también combates en
Tras este
último fracaso, los franceses comienzan a enfocar la toma de Zaragoza como un
sitio a todos los efectos, a pesar de que era una ciudad apenas fortificada.
Por ello, se trata de aislar la ciudad y de completar el cerco. Así, los
franceses construyen el 11 de julio un puente sobre el Ebro para poder rodear
la ciudad por el otro lado del río.
El General Palafox, héroe de la defensa de Zaragoza durante los sitios
de 1808 y 1809, fue, además, de un militar aguerrido un conspirador político
nato. Antes de producirse la insurrección contra los franceses maniobró contra
Godoy y Carlos IV a favor del partido fernandino y participó con
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