El
11 las dos divisiones francesas se reunieron en Dueñas, villa situada a seis
leguas de Valladolid, más abajo de la confluencia del Carrión y el Pisuerga, y
marcharon a atacar la posición de Cabezón: Lasalle a embestirla de frente por
el camino real, y Merle a situarse sobre Cigales y Fuensaldaña, con el objeto
de cortar a los españoles su retirada sobre León.
El
día 12 a las diez de la mañana las columnas de Merle atacaron las fuerzas del
General Cuesta, situadas sobre el Pisuerga, delante de Cabezón. La caballería
de Lasalle avanzó en batalla a la llanura que hay a la izquierda del camino,
mientras que la infantería marchaba derecha a apoderarse del puente. Los
paisanos sostuvieron con valor la primera carga, e hicieron retroceder al
enemigo; pero al cabo de dos horas de un obstinado combate, y después de haber
causado a los franceses la pérdida de más de 700 hombres, cedieron a la
superioridad de sus fuerzas. No pudieron resistir la carga de la caballería
francesa, que se apoderó del puente y de las cuatro piezas de artillería,
persiguiendo a los paisanos con tal ardor, que muchos de ellos se arrojaron y
ahogaron en el Pisuerga.
El
General Cuesta se retiró a Rioseco, pasando por Valladolid, y después a
Benavente. Los Generales franceses detuvieron sus tropas a una legua de
Valladolid. Bessieres les había encargado no destruyesen esta ciudad. A las
cuatro de la tarde el Obispo, los miembros del Ayuntamiento, los Magistrados de
la Chancillería salieron al encuentro del vencedor, le ofrecieron su sumisión,
y entraron los franceses en la ciudad aquella misma tarde. En su avance hacia Zaragoza, el general Lefèbvre Desnoëttes
derrota a una fuerza española que el Marqués de Lazán ha logrado reunir en
Mallén. Valladolid cae en poder de los franceses sin que sus habitantes opongan
resistencia.
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