Arroyomolinos, un pequeño pueblo situado en la sierra de
Montánchez, muy cerca de las dos principales vías de comunicación del oeste
español, la Ruta de la Plata (Gijón-Sevilla) y la ruta que une las dos
capitales peninsulares (Madrid-Lisboa), y 50 kilómetros equidistante de
Cáceres, Trujillo, Mérida, Don Benito y Villanueva de la Serena, se convirtió
en el escenario de operaciones en el que se libró la batalla conocida como
“Sorpresa de Arroyomolinos”. Ésta tuvo lugar en la mañana del 28 de octubre de
1811 entre los ejércitos aliados (ejército hispano-anglo-portugués) de Lord
Arthur Wellesley, duque de Wellington, al mando del General Rowland Hill y el
General Español D. Pedro Girón, y las tropas napoleónicas del Mariscal Soult,
mandadas por el General Jean-Baptiste Girard. Las tropas aliadas lograron un
triunfo tan glorioso como decisivo sobre una de las divisiones más lúcidas del
ejército francés de Andalucía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario