Muchos protagonistas y testigos nos dejaron
testimonio en sus escritos y memorias y, en especial, destacan los de los
propios franceses que no esconden el comportamiento vergonzoso del Ejército
francés en España y la reacción del pueblo español, ofendido y exacerbado por
los sistemáticos saqueos, destrucción, asesinatos y violaciones.
En 1808 el general Theodore Chabert comandaba la 2ª brigada de la división del general Barbou que formaba parte del Cuerpo de Ejército bajo el mando del general Dupont. Las tropas de la Brigada Chabert estaban compuestas por: 4.325 hombres y 60 caballos. 4º legión de reserva 2.458 soldados. Comandante: Mayor Teulet 4º Regto. Suizo 602 efectivos. Coronel Freuler. Chabert fue uno de los tres oficiales que negoció y firmó la capitulación de las tropas francesas tras su derrota en Bailen (1808). Esta circunstancia afectaría su carrera futura. Antes de estos hechos, según nos relata él mismo en sus Memorias, estaba acuartelado en la ciudad de Andújar cuando recibió orden de llevar sus tropas a la ciudad de Córdoba.
Chabert,
no pudiendo trasladarlas consigo, confió la vida y seguridad de su esposa y su
joven cuñada, junto con sus efectos personales, al alcalde, con quien
estaba en buena relación aunque no ocultaba su apoyo a los
insurgentes. El alcalde dio su palabra de hacer cuanto estuviera en su
mano para proteger las personas y bienes a él confiados.
La
guerrilla se asombró de la unánime reacción y en vista del poco éxito afirmaron
conformarse con las dos jóvenes francesas y los efectos del general Chabert. No
se amilanó el alcalde ante esta nueva exigencia, al contrario, envió a las
señoras y el equipaje del general a la cárcel de Andújar y
allí se encerró dispuesto a defender con su vida la palabra dada. La guerrilla,
admirando la resolución del alcalde, decidió que no merecía la pena y
abandonó la ciudad cuando tuvieron noticias de la vuelta de las tropas
francesas. Días después llegó el general Chabert con su brigada y, al devolver
las vidas y bienes a él confiados dijo el alcalde a Chabert.
«He mantenido mi palabra. Dejo en sus manos el encargo que juré cumplir. Pero mis compatriotas han empuñado las armas en favor de su independencia. Puede verlos en esos cerros - se refería a los Visos de Andújar-. Ya sabe a quien me debo. Si caigo en sus manos recuerde lo que he hecho por usted». Y añadió Chabert a continuación: «Tal era, casi por lo general, la manera de ser de los españoles».
Fuente: El Debate. Fernando Prado
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