viernes, 13 de octubre de 2023

TAL DÍA COMO HOY EN 1815 FUSILARON A MURAT, CUÑADO DE NAPOLEÓN, QUIEN FUERA REY DE NÁPOLES

 
Tal día como hoy del año 1815, hace 208 años, en Pizzo (entonces reino de Nápoles y actualmente región de Calabria, en Italia); un pelotón de soldados austríacos fusilaba a Joaquim Murat, que había sido mariscal de Francia, aspirante a ocupar el trono de Madrid, y rey de Nápoles. Murat, nacido en 1767 en la Bastida (Occitania-Francia) en una familia de hosteleros rurales, abandonó sus estudios de teología y se alistó al ejército. Hizo una carrera militar fulgurante durante los primeros años del régimen republicano (1794-1799) hasta alcanzar el grado de general. En plena progresión, se casó con Carolina Bonaparte (1800) y se convirtió en cuñado del, entonces, primer cónsul, Napoleón, y en uno de sus principales colaboradores.

Murat se ganó una triste fama por la brutalidad que empleaba en el campo de batalla. Popularizó la cita "le combate cesse faut de combattants" (el combate se acaba por falta de combatientes). Pero allí donde consagraría su pésima fama seria en Madrid, durante los hechos del 2 de mayo de 1808. Mientras los Borbones hispánicos Carlos IV y Fernando VII negociaban la venta de la corona española a Napoleón; las clases más reaccionarías de la corte española urdieron un levantamiento que tenía el objetivo de impedir aquella transacción y blindar el régimen absolutista. Murat, máxima autoridad militar francesa en Madrid, reprimió aquel motín con docenas de detenciones y fusilamientos.

Acto seguido Murat se postuló como rey, pero Napoleón prefirió a su hermano José. Murat fue destinado al reino de Nápoles, que había sido conquistado por el Imperio francés y cuyo rey, Fernando I —también de la estirpe Borbón—, había sido destronado; y fue rey de Nápoles durante siete años (1808-1815). Reinó como Joaquín I, y durante este periodo el reino napolitano vivió una primavera política, cultural y social sin precedentes. También durante esta etapa apartó del poder a la Camorra. Después de la Batalla de Waterloo huye a Córcega, desde donde intenta organizar la reconquista de Nápoles. Desembarcó en Calabria acompañado por treinta fieles, pero la población no solo no le recibió como un liberador, sino que no hizo nada para evitar su posterior arresto. Murat fue encerrado en el castillo de Pizzo, donde una comisión sumaria le juzgó, condenó a muerte y ejecutó en una de las salas de la fortaleza, concediéndole como única gracia escribir a su esposa.

El día de su fusilamiento marchó hacia el lugar de la ejecución vistiendo su uniforme de Mariscal de Francia. No aceptó la silla que le ofrecieron y tampoco consintió que le vendaran los ojos, diciendo: J'ai bravé la mort trop souvent pour la craindre. (He desafiado a la muerte en demasiadas ocasiones como para tenerle miedo). Se mantuvo firme, orgulloso y arrogante, aunque cortés incluso con los soldados del pelotón. Cuando estuvo preparado, besó un cristal de cuarzo anaranjado, que tenía el rostro de su esposa grabado, y exclamó: Sauvez ma face, visez à mon cœur... Feu! (Respetad mi rostro, apuntad al corazón... ¡Fuego!). Su cuerpo nunca ha sido encontrado. Después de su fusilamiento, los Borbones recuperaron la corona, y los capodifamiglia de la camorra se volvieron a sentar en los consejos de ministros napolitanos. Actualmente se cree que los restos de este personaje, que murió con sus mejores galas por petición propia, se encuentran enterrados en una fosa común bajo la Iglesia de San Jorge Pizzo aunque diversas fuentes lo ubican en otros rincones como Pére Lachaise en París, donde se encuentra una tumba en su memoria.

 

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